Empecemos con la primicia de que “Para vivir bien, hay que comer bien”. La mejor forma de vivir bajo esta regla y mejorar tu calidad de vida es teniendo un huerto orgánico en casa. Tener un huerto tiene infinidad de beneficios, pero además es súper sencillo de hacer en tu casa o apartamento y lo único que necesitas es un poco de espacio, luz, oxigeno (que hay en todos lados), un poco de tiempo y muchos cuidados, para que poco a poco vaya creciendo de la manera que debe.
Los alimentos cultivados en el huerto orgánico tienen muchísimos más nutrientes, más vitaminas y minerales; esto es por el sencillo hecho de que solo al transportarlas en camión desde la cosecha hasta el mercado, ya pierden una serie de beneficios por el tiempo que están lejos de la tierra. Estos beneficios son necesarios para nuestro bienestar físico y biológico, y muchas veces no los podemos consumir de manera adecuada.
Dato: Tener un huerto orgánico te hará contribuyente en la mejora del medio ambiente ya que estarás creando más espacios verdes en tu comunidad.
También existe un beneficio psicológico al tener plantas en casa, esto se debe a que el que hacer natural de mantener un ecosistema vivo y funcional hace que tengas tiempos de calma mental y de escape de la rutina. Así como mejora el equilibrio biológico debido a un mejoramiento en la calidad de vida.
Otra cosa importantísima que a todos nos incumbe y nos llama la atención es que los huertos orgánicos caseros nos permiten ahorrar muchísimo dinero en gastos de verduras, hortalizas y especias. Si sacas cuentas en tu moneda local, te darás cuenta que es mejor plantar pimentones o patatas que comprarlas en el mercado, ya que los precios en estos establecimientos incluyen traslado y mano de obra, solo por nombrar 2 variables. Sin mencionar que en el huerto orgánico casero usamos técnicas de aprovechamiento y reciclaje de nuestros propios recursos; como vegetales dañados usados para abono y muchas otras cosas.
Además, dependiendo del tamaño de tu huerto puedes tomar como beneficio el ejercicio físico. La jardinería y cosecha requieren de flexibilidad, resistencia y fuerza. Tareas como cosechar las zanahorias, repollo o las papas en tu plantación natural pueden llegar a quemar hasta 200 calorías cada media hora; dependiendo de la intensidad, con tareas como cavar un hoyo o remover el abono, hasta 350 calorías en el mismo tiempo.
Si resumimos esto, nos daremos cuenta que los huertos orgánicos caseros benefician en:
Vivir en un apartamento o no tener patio no es excusa para no plantar nuestro propio huerto orgánico, pues los hay incluso verticales, construidos con botellas de plástico colocados en el balcón o una ventana donde podemos plantar verduras y hortalizas pequeñas. Esto contribuye también con el reciclaje de los materiales.
Aumentar en consumo de vegetales en nuestra dieta diaria genera un mejor balance alimenticio. La energía que proporciona consumir vegetales orgánicos, libres de productos químicos y pesticidas, es mucho mayor y saludable que la que obtenemos de los vegetales que compramos en los supermercados.
Es mejor cosechar nuestras propias verduras y hortalizas en nuestro huerto orgánico casero, para garantizarnos una vida plena y saludable.
Los alimentos cultivados en el huerto orgánico tienen muchísimos más nutrientes, más vitaminas y minerales; esto es por el sencillo hecho de que solo al transportarlas en camión desde la cosecha hasta el mercado, ya pierden una serie de beneficios por el tiempo que están lejos de la tierra. Estos beneficios son necesarios para nuestro bienestar físico y biológico, y muchas veces no los podemos consumir de manera adecuada.
Dato: Tener un huerto orgánico te hará contribuyente en la mejora del medio ambiente ya que estarás creando más espacios verdes en tu comunidad.
También existe un beneficio psicológico al tener plantas en casa, esto se debe a que el que hacer natural de mantener un ecosistema vivo y funcional hace que tengas tiempos de calma mental y de escape de la rutina. Así como mejora el equilibrio biológico debido a un mejoramiento en la calidad de vida.
Otra cosa importantísima que a todos nos incumbe y nos llama la atención es que los huertos orgánicos caseros nos permiten ahorrar muchísimo dinero en gastos de verduras, hortalizas y especias. Si sacas cuentas en tu moneda local, te darás cuenta que es mejor plantar pimentones o patatas que comprarlas en el mercado, ya que los precios en estos establecimientos incluyen traslado y mano de obra, solo por nombrar 2 variables. Sin mencionar que en el huerto orgánico casero usamos técnicas de aprovechamiento y reciclaje de nuestros propios recursos; como vegetales dañados usados para abono y muchas otras cosas.
Además, dependiendo del tamaño de tu huerto puedes tomar como beneficio el ejercicio físico. La jardinería y cosecha requieren de flexibilidad, resistencia y fuerza. Tareas como cosechar las zanahorias, repollo o las papas en tu plantación natural pueden llegar a quemar hasta 200 calorías cada media hora; dependiendo de la intensidad, con tareas como cavar un hoyo o remover el abono, hasta 350 calorías en el mismo tiempo.
Si resumimos esto, nos daremos cuenta que los huertos orgánicos caseros benefician en:
- Consumir más vitaminas y minerales que son necesarios para el bienestar del organismo.
- Conocemos de donde viene la verdura, que se la agregado para mantenerla y hacerla crecer. Después de todo, nosotros somos los que la cosechamos.
- Ayudan a mejorar el medio ambiente habilitando más espacios verdes.
- Ahorramos dinero en la producción y consumo de vegetales y hortalizas.
- Podemos escoger cuando cosechar nuestros productos.
- Desarrollar hábitos saludables de alimentación.
- Generamos nuestros propios alimentos.
Vivir en un apartamento o no tener patio no es excusa para no plantar nuestro propio huerto orgánico, pues los hay incluso verticales, construidos con botellas de plástico colocados en el balcón o una ventana donde podemos plantar verduras y hortalizas pequeñas. Esto contribuye también con el reciclaje de los materiales.
Aumentar en consumo de vegetales en nuestra dieta diaria genera un mejor balance alimenticio. La energía que proporciona consumir vegetales orgánicos, libres de productos químicos y pesticidas, es mucho mayor y saludable que la que obtenemos de los vegetales que compramos en los supermercados.
Es mejor cosechar nuestras propias verduras y hortalizas en nuestro huerto orgánico casero, para garantizarnos una vida plena y saludable.